El sueño se hace a mano y sin permiso...

lunes, 15 de diciembre de 2008

Grecia o ¿Cuánta violencia detiene a la violencia?

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Leí sobre los acontecimientos en Grecia y me hace sentirme entre orgullosa, emocionada y triste, enojada. Jóvenes estudiantes y anarquistas (y seguramente mucha gente más que no menciona la prensa) protestan en las calles, reclaman a gritos que hay que desarmar a la policía.

Todo esto ocurrió después de que la policía asesinó a un joven anarquista de 15 años, y – claro, es lo que dicen -  fue un “accidente”. Yo no sé toda la historia perfectamente y no sé todo lo que ocurrió porque obviamente no estoy allá y lo que pinta la prensa no es el cuadro completo. Bueno, el caso es que me puse a pensar mucho en la violencia, en las protestas, en las tomas de calles, etc.
Me siento orgullosa y emocionada por un lado porque muestra que la esperanza está, que la gente sí reacciona, que no aceptan todo lo que viene de las autoridades y de la policía. Que la gente no es toda apática, que sí puede cambiar la situación.
Pero por otro lado me hace triste y enojada la situación porque estoy convencidísima que la violencia no ayuda a NADA, que no es una estrategia buena para alcanzar metas, para lograr objetivos de una lucha social.

Me acuerdo de la huelga en la universidad cuando viví en Francia. Allá privatizaron la educación superior. Cuando supimos de la ley (que se había votado en agosto del 2007) empezamos a repartir volantes sobre la situación, sobre la reforma, sobre la ley, etc. Luego empezamos con las asambleas, informando más. Finalmente se votó el bloqueo y la huelga general del campus que se hizo durante cuatro semanas. En esas semanas se discutió mucho sobre qué estrategias implementar, qué posturas tomar, como convencer a la sociedad en general, como lograr nuestro objetivo que era que se cancelara la ley que tanto amenazaba la educación superior.  Y pues también hablábamos mucho de la violencia.

Y yo soy de la idea que la violencia no ayuda para nada, es más, daña nuestra imagen. Y créanme yo soy la última preocupada por un tipo de imagen pero aquí quiero decir que si la sociedad siempre ve reportajes y lee artículos de “chavos de izquierda violentos, quebrando vidrios, tirando botellas” y semejantes generalizaciones, nos alejamos aun más de lo que queremos alcanzar. Porque mucha gente pierde la confianza, dice que si sólo hay estudiantes violentos en los movimientos de izquierda, no se va a unir. Y claro que esto no es la verdad, claro que en los movimientos de izquierda habemos muchas y muchos que no somos así para nada, que queremos una lucha pacífica y así lograr los objetivos. Pero la pequeña parte violenta recibe mucha más cobertura mediática por lo tanto ella es lo que mucha gente ve y cree que es todo que hay. Lo que por supuesto es falso pero ya es suficiente como para que muchas y muchos pierdan confianza. Y la oposición, la derecha, es poderosa y bien organizada. Y fomenta más todavía esa opinión.

Además de ese problema de convencer a la sociedad, la imagen (aunque no me gusta esta palabra), la violencia nunca ha demostrado mucho efecto, nunca ha ayudado a lograr resultados durables. Así que si estoy en contra de la violencia policiaca no es muy lógico que responda con violencia. Y aunque ganas de pegarle, de escupirle a un policía no me faltan, ganas de destruir los vidrios de una tienda de marca, de una tienda de relojes caros, claro que sí las tengo, esas ganas. Pero aún así pienso que no me llevo a nada. Sí me desquitaría pero para mi objetivo político no me sirve de nada. En mi estrategia, en mi lucha social a largo plazo no me es útil.

La violencia, de parte de quien sea, es a corto plazo, creo yo. No ayuda a realizar cambios que duran, a modificar la sociedad, a alcanzar la utopía que es motor para muchas y muchos de nosotr@s para seguir luchando.

Yo deseo todo lo mejor a las y los manifestantes en Grecia, creo que si se organizan bien, podrán detener o por lo menos bloquear mucho al gobierno de Papoulias.

Pero la violencia, creo yo, no detiene nunca la violencia. La lucha pacífica, por dura que sea es la única manera de cambiar este nuestro mundo.

 

 

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