El sueño se hace a mano y sin permiso...

sábado, 13 de diciembre de 2008

Y tu ¿cuánto pesas?

Estaba sola. Por lo menos así se sentía. Claro que no estaba sola, era un hospital. La gente no está sola en un hospital, sólo se siente como si fuera así. Pero miraba a su alrededor  a través de su velo de lagrimas que le nublaba la vista. Pero podía distinguir tres camas al lado de la suya. Tres chicas al lado de ella. Una tenía una sonda, igual que ella. ¿Para qué? ¿La alimentaban también? Se veía bien flaca, eso sí. Pero quién sabe. 

Sus papas la acababan de dejar. Ya no podían con ella. Y los había hecho llorar, tantas veces aunque ella no siempre lo sabía. Ellos lloraban, ya no sabían que hacer. Su hija no comía, hasta bebidas rechazaba. Y ellos no entendían, nunca la habían tratado mal, nunca habían tratado de aparentar algo que no eran, de aparentar la familia perfecta. Eso decían los libros, que la anorexia se daba muchas veces por eso, porque las chicas (y los pocos chicos que sufren de ella) no soportaban la fachada, no soportaban la falsedad, la apariencia que mostraba algo que no era cierto. Y así se desquitaban. Pero ellos no eran así. No entendían.

Ella seguía mirando. Había dado patadas, había gritado, llorado. Nada de eso ayudó, entre su papá y un hombre que trabajaba en el hospital la agarraron, la llevaron a la cama. Ella seguía gritando. No pararon, la llevaron por un pasillo, ella no recuerda las miradas de los otros niños pero ahí estaban. Llegaron al cuarto, ella seguía con sus patadas y gritos. La sujetaron a la cama, llego una enfermera. Ella tampoco recuerda su cara, ni el dolor cuando le puso la sonda. No se la puso en la vena del brazo sino en la mano. Ella sólo recuerda el dolor después, cuando se dio cuenta. Pero no en el momento. Seguía gritando. Sus papás se fueron. Cerraron la puerta.

Se fueron, su mamá llorando, los dos abrazados. Se fueron a su casa. Acababan de dejar a su hija de once años en el hospital, en la sección para niños con problema psicológicos. ¿Cómo les podía pasar eso? Su hija, que siempre había sido una niña feliz, inteligente, sobresaliente en la escuela; siempre le dejaban hacer lo que quería, cursos de cualquier cosa, ella siempre perseguía sus intereses. ¿Dónde habían fallado?

Ahí también perseguía sus intereses. Mucha gente le decía que ya parara, que ya estaba muy delgada, que para qué quería estar más delgada. Pero ella, como siempre lo había hecho, seguía y no le importaba lo que decía la gente. Ahora sólo sentía rencor, tristeza, enojo. Sus papás la acababan de dejar. Y no sabía cuándo iba a salir. Tal vez no en mucho tiempo. Y ya venía navidad.

Llegaron a su casa. Ahí estaban su hermana y su hermano. Querían saber que qué pasó con su hermana. No entendían, su hermana tenía sólo tres años, no sabía qué había pasado con su hermana, sólo que se había ido, que sus papás estaban tristes. Su hermano tenía 8 años. Sabía que su hermana ya no quería comer, que de repente hacía mucho deporte, que nunca estaba en casa. Que sus amigas la buscaban y no estaba o no quería estar.

Tampoco quería estar en dónde estaba ahora. En el hospital. ¿Que carajos...? Se sentía enojada. Veía a las otras chicas. "Y tú, ¿cuánto pesas?", le preguntó a una. Ya se había calmado, había pasado una hora. Sus papás ya debían de estar en su casa, pero ella no estaba segura. De todos modos, ¿qué más podía hacer? Hacerles la platica, ver con quién más se encontraba ahí, ver si no era la única loca. "No, no estamos todas aquí por eso. Ella sí." le dijo la chica, señalando otra que también traía una sonda. Le dijo cuanto pesaba. Era más que ella pero la chica se veía más alta y más delgada. Ella se veía gorda.

¿Cuantas veces no le habían dicho que no era gorda, que ya comiera, que ya dejara de hacer tantos ejercicios? Pero no quería escuchar. Nunca. Era una chica muy determinada, si quería hacer algo, lo hacía y no le importaba que la gente dijera que no, que no era bueno. Ella hacía lo que se había propuesto. Sus papás sabían eso. Y precisamente por eso ya no sabían qué hacer con ella. Por eso la llevaron al hospital.

Estaba segura de que ya no la querían. ¿Que otra razón podía haber para que la dejaran en el hospital, sola? No entendía.
Empezó a comer porque le dijeron que no iba a salir antes de navidad si no comía. Chantaje, pensó ella. Pero comía. Salió para navidad. Pero ahora vomitaba después de comer. Comía e iba al baño. Sus papas no se dieron cuenta por muchos meses. 

Pero claro que si se dieron cuenta al final. Ya lo sospechaban. Y una vez su mamá le siguió y esperó delante de la puerta del baño. Escuchó todo. Su hija vomitando toda la comida que acababa de comer. Lo sabía, pensó, chin, ¿donde miércoles fallamos? ¿Cómo pasó eso?

Salió del baño y se topó con su madre. Madre que había dejado de ser madre para ella. Ella la miró con sorpresa. Su madre la miró con sorpresa, enojo, y una mirada que decía "ya lo sabía" y "ya ves que no te puedes escapar con esas tonterías, ¿por que sigues?". Ella sabía que iban a volver a empezar con la psicóloga, con terapia y quien sabe cuanta cosa más.


Finalmente dejó de vomitar. Y nunca dejó de hacerlo. Esta curada. Esta bien. Y a veces sigue. Nunca habló con sus padres de lo que pasó. Ella se siente bien. Ellos no saben mucho de ella. Ella no sabe lo que piensan ellos, de ella y de muchas cosas. 
Y no quiere saberlo.

1 comentario:

Mónica López dijo...

y así hay un chingo d historias Hannah.. justo hace poco me enteré de un caso.. en el q aquí sí.. la mamá (muy jodidamente) le dijo a su hija que prefería verla muerta antes q gorda.. Y la niña.. en el hospital meses.. Y ahora q lo recuerdo.. una vez en la universidad.. como el 90% de las chavas dijimos q habíamos tenido algún tipo de trastorno alimenticio.. Híjole.. De plano nos hemos perdido en el camino, ya nadie sabe qué es la belleza.. ya, aunque nos la topáramos de frente. no la reconoceríamos.. Con quien ahora obsesivamente queremos reconocernos, es con un montón de mujeres flacas, altas, bien vestidas.. q nos encontramos hasta en la sopa.. y es bien difícil , sobre todo como adolescente, superar esas cosas.. pero siempre son superables en lo individual.. ahora..como sociedad tienen que ser superables.. y ahí está el reto!!!!!
xx